El documental es la búsqueda de identidad de una hija de exiliados. Con más de 25 años, la inquieta conocer cómo es la vida de otros/as que tuvieron la misma experiencia en la infancia. Comienza su indagación con un recorte "geográfico", intentando encontrar coincidencias con aquellos jóvenes nacidos o criados en México. Luego encuentra a Hijas e hijos del exilio, donde se reconoce como generación.
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Cámara, montaje y edición: Fer Barrientos y Nacho Martínez.



Reseña del documental ARGENMEX, hijos de exiliados; de Violeta Burkart Noë y Analía Miller (1)

Aletheia, volumen 4, número 8, abril 2014. ISSN 1853-3701
María Florencia Basso*
Maestría en Historia y Memoria, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, UNLP Instituto de Historia del Arte Argentino y Americano, Facultad de Bellas Artes, UNLP
2014
La Plata, Argentina



Resumen: En el audiovisual Argenmex se reflexiona sobre la construcción identitaria de la generación de hijos de exiliados políticos expulsados por la última dictadura cívico-militar argentina (1976-1983), es decir aquellos hijos de padres argentinos que han nacido y/o crecido en México y que, al momento de realizar el audiovisual (2007) tienen entre 25 y 30 años aproximadamente. La atención gira en torno a una cena realizada en una casa argentina con comida mexicana entre siete participantes. Se intercambian miradas, opiniones, historias de vida al mismo tiempo que, en un proceso activo, se (re)construyen los relatos de cada protagonista. A su vez, también se suman posteriormente otras historias de hijos de exiliados, ampliando la geografía del exilio hacia otros países y mostrando al colectivo organizado en “Hijas e Hijos del Exilio” (HdEx).

Palabras clave: exilio – identidad- dictadura- cultura

Argenmex es una construcción identitaria, un cruce entre la cultura argentina y mexicana que comenzó a circular entre los exiliados políticos argentinos en México, expulsados por la última dictadura cívico-militar argentina (1976-1983). En Argenmex –el audiovisual- se reflexiona sobre dicha construcción desde la perspectiva de la generación de hijos de exiliados políticos argentinos, es decir, aquellas personas que han nacido y/o crecido en México y que, al momento de realizar el audiovisual (2007) tienen entre 25 y 30 años aproximadamente.
La atención gira en torno a una cena realizada en una casa argentina con comida mexicana entre siete participantes, seis de ellos son hijos de exiliados políticos argentinos a México. No hay guion, sólo algunas preguntas disparadoras por parte de las directoras que están incluidas en la cena. Se intercambian miradas, opiniones, historias de vida al mismo tiempo que, en un proceso activo, se (re)construyen los relatos de cada protagonista. El audiovisual tiene distintos momentos: una introducción en donde aparece la voz de una de las directoras, Violeta Burkart Noë, hija de exiliados políticos argentinos en México, que nos cuenta su historia; un segundo momento más extenso –y central- en el cual se desarrolla la cena entre los siete participantes; luego se muestra un reencuentro del mismo grupo en torno a un asado argentino en donde comparten el material editado del primer encuentro y, por último, un cuarto momento en el que se suman otras historias de hijos de exiliados, ampliando la geografía del exilio hacia otros países y mostrando al colectivo organizado en “Hijas e hijos del exilio” (HdEx).
En un primer momento, Violeta Burkart Noë nos introduce en el audiovisual contándonos su historia particular con fotos en blanco y negro donde aparece ella de niña en el exilio. Desde un inicio se establece explícitamente el punto de vista del “hijo/a” del exilio, en contraposición a los relatos de la generación de adultos, con la afirmación en voz en off de Violeta: “A fines del 82 mis papas me dijeron: ¿volvemos? –se pregunta ella- Si yo nunca me fui”. Luego abre las preguntas centrales que se guiarán la cena con los argenmex:

“Hay cuestiones que siempre me acompañaron, que siempre me incomodaron, las preguntas: ¿de dónde sos?, ¿por qué tus papas se tuvieron que ir?; los parientes en fotos, “ojo con quién hablás”, “fíjate lo que decís”, los cambios de documento, mi infancia fuera de la argentina. Todas estas son cosas que me persiguen desde que nací, es algo que traigo desde siempre, pero ahora me interesa escarbar más, me pregunto ¿cómo lo vivirán otros y otras que pasaron por la misma experiencia o parecida?, ¿por qué no se habla del exilio? […] hace rato que vengo preguntando en los hijos de exiliados, ¿cuántos serán?, ¿qué pensarán?, ¿en qué andarán?


            Empiezan a llegar los participantes a la cena -Marian Casullo Amado, Agustín Vanella Bengolea, Marcos Roth, Clarisa Vanella Bengolea y Mercedes Fidanza- y, a medida que se van saludando entre ellos, aparecen entremezcladas entrevistas que las directoras les hicieron individualmente en encuentros previos. Esta modalidad aparecerá durante toda la cena para ir guiando y narrando las distintas historias desde el punto de vista más personal y privado–en las entrevistas previas- y el más colectivo –en el encuentro. La cena, a su vez, está dividida en distintos momentos –marcado con fundidos en negro- que obedecen tanto a los tiempos propios de la misma, –comida, brindis, sobremesa, aunque a veces aparecen mezclados los tiempos- como al hilo de los temas expuestos. Entre varios recuerdos de anécdotas sobre las diferencias culturales entre argentinos y mexicanos aparecen temas centrales como la identidad vacilante, incómoda, dual que sienten los protagonistas: “éramos sapos de otro pozo en los dos lados, no éramos mexicanos en México y tampoco argentinos en Argentina, somos eso, somos Argenmex” o “Da una sensación de personalidad que uno pueda decir soy argenmex.” Y el tema de la vuelta a Argentina: “De golpe fue llegar a una ciudad, muchas caras nuevas, la ciudad, el color… yo extrañaba el color, era gris, estaban todos bajoneados, tremendo, yo no me quería volver”, o “[la vuelta] me traumó al punto de ser tartamudo, por la cargada permanente de ”.
            Hay un momento de gran tensión en la mesa cuando una de las directoras –Analía Miller- hace una pregunta clave para entender la perspectiva de hijos/as en relación con la militancia de los padres y la familia: “Hoy a la distancia, ¿qué piensan de la vida política tan activa de sus padres? o sea, ¿justifican todo lo que tuvieron que vivir?, ¿lo entienden o hay una parte que dicen bueno no, me parece que no valió la pena?” Y, entonces, Marcos luego de contar, entre otras cosas, que a él le faltó su papá –y que podría ser leído como una suerte de reclamo a la militancia- aclara: “Nunca pensé que hubiera desaparecido en vano, es decir, yo necesitaba saber que no era en vano, que había algo más importante incluso que yo. […] yo fui un niño que le entró también a una parte entonces de la militancia… era necesario perder papás y perder gente en este proyecto. Y sé que hay amigos míos que vivieron, que tenían mi edad o un poco más grandes que dijeron y también es válido ¿no?,  yo no lo siento así, pero sí es válido.” “Toda mi infancia fue muy importante que mi padre no haya desaparecido gratuitamente sino que él perseguía un fin, para mí era muy importante, yo me agarraba mucho de eso… para mí era mi héroe, después bajó de calidad y era un papá que tomó una decisión muy importante de agarrar cierto contexto político, etc.”
            Además de los mencionados, distintos temas se atraviesan a lo largo de la cena: los lugares en México y en Buenos Aires, los familiares, las responsabilidades generacionales, la revolución. Y también distintos objetos están presentes a lo largo del audiovisual: los álbumes familiares con las fotos, los objetos que se trajeron los hijos/as de México, los documentos de identidad, entre otros. Y la comida y bebida: tortillas, guacamole, mole, tequila, etc.
            Una vez finalizado el encuentro –a los 48´, es decir habiendo transcurrido la mayor parte del tiempo del audiovisual- aparecen momentos del encuentro posterior, esta vez almorzando un asado argentino, en donde miran el material filmado y editado de la cena. Hacia el final se corren los límites geográficos y se incluyen fotos de distintos niños de padres exiliados políticos en todo el mundo junto con sus relatos en voz en off. Por último aparecen las fotos actuales de los hijos/hijas que se han ido juntando y organizando, junto con Violeta que dice: “Hoy somos muchos, muchas historias, muchos países, muchos recuerdos pero con algo en común […] no sabemos si somos un grupo de autoayuda, un organismo de derechos humanos, un club de amigos o todas esas cosas juntas”. El audiovisual finaliza en una situación mucho más pública y política que la iniciada, en cuanto que se lee a través de distintas voces una carta de Hijas e Hijos del Exilio (HdEx) y muestra un gran colectivo de personas. Entonces, en el documental se puede visualizar cómo se va construyendo la trama de un relato de aprendizaje de los hijos/as de exiliados políticos, que supone el tránsito desde el espacio íntimo de la cena hasta la reunión pública, desde un pequeño grupo de seis personas hasta un gran colectivo, desde la reflexión de la compleja identidad argenmex hasta la militancia política, desde el exilio en México hasta los exilios en distintos países, desde el interés en la militancia de sus padres hasta su propia organización, es decir desde hijos/as hasta Hijas e Hijos del Exilio (HdEx).
            Argenmex es un audiovisual que, por la utilización de determinados recursos, se inscribe dentro del “documental subjetivo experimental” –como lo denominan las directoras. Tanto las cámaras expuestas dentro de la escena, la participación de las realizadoras en el encuentro, la inclusión de la actividad de selección del material filmado dentro de la isla de edición, como la explicitación del proceso de trabajo por medio de la voz en off de Violeta, son marcas que evidencian la enunciación. De esta manera aparece la intención de no fijar nada concluido, definitivo y “objetivo” en el documental -que sabemos que no existe tal cosa-, ninguna Verdad única cristalizada y ningún testimonio ejemplar; sino, más bien, es una invitación a re-pensar, reflexionar sobre las historias de vida, las búsquedas, las dudas y los problemas propios de esta generación de hijos/as de exiliados. Asimismo, esta forma experimental se evidencia en la manera no tradicional de entrevistar a los protagonistas, ya que además de ser abierta y participante, la entrevista es colectiva. En este sentido, se podría afirmar que en el documental no sólo se relatan las historias y recuerdos, sino que además, en la pluralidad de voces, se confrontan, se cuestionan, se re-elaboran las mismas, y se generan nuevas experiencias. Más que reconstruir historias, los participantes construyen una nueva historia. A su vez, este discurso plural –formada por las biografías de los cinco participantes convocados- sobre cómo afectó el exilio en la generación de hijos, es una manera de realizar una autobiografía desplazada por parte de la directora –en este sentido nos recuerda a la operación similar, aunque ficcionada, de Albertina Carri en Los Rubios.
            Estos rasgos antes mencionados lo emparentan, a su vez, dentro de un conjunto más vasto de producciones audiovisuales realizadas por la misma generación afectada por la última dictadura cívico-militar. Tanto Pasaportes de Inés Ulanovsky, ALUAP y Tierra de Refugio de Hernán Belón; Encontrando a Víctor, de Natalia Bruschtein, Papá Iván de María Inés Roqué o 90 millones de Paula Salerno; como Los Rubios de Albertina Carri o M de Nicolás Prividera, entre muchos otros.

Notas
 (1) Argenmex
GRÁFICO #
Audiovisual - Argentina – 2007 – 56 min
Dirección: Violeta Burkart Noë y Analía Miller
Guión: Violeta Burkart Noë
Fotografía: Fernando Barrientos Colombo y Nadia Toledo
Cámara: Fernando Barrientos Colomo y Nacho Martínez
Montaje: Nacho Martínez y Violeta Burkart Noë
Música Original: Martín García Reinoso
Sonido: Nadia Toledo
Idioma original: castellano

* Nacida en La Plata en 1986, es Profesora en Historia de las Artes Visuales (Facultad de Bellas Artes, UNLP). Actualmente se encuentra realizando la Maestría en Historia y Memoria (Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, UNLP) e investiga sobre Exilio, Arte y Memoria en el marco de las becas de investigación de la UNLP. Asimismo es pasante en el Instituto de Historia del Arte Argentino y Americano (IHAAA, UNLP).

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